Los trastornos de ansiedad son un grupo de condiciones mentales comunes que se caracterizan por una sensación excesiva, persistente  e incontrolable de preocupación y miedo. Se diferencian entre sí según el tipo de objetos o situaciones que inducen el miedo, la ansiedad o las conductas evitativas, y según el contenido de los pensamientos o creencias asociados. Los trastornos de ansiedad interfieren significativamente en la vida diaria de una persona, provocando un deterioro en su ámbito social, familiar, laboral y personal.

Tipos de trastornos de ansiedad

• Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG): Se caracteriza por una preocupación y ansiedad excesivas y persistentes en relación con diversos sucesos o actividades  (trabajo, salud, finanzas). La intensidad, la duración o la frecuencia de la ansiedad y la preocupación interfieren en la vida diaria y es desproporcionada a la probabilidad real del suceso que se anticipa.
• Trastorno de Pánico: Se caracteriza por episodios repentinos de miedo intenso o terror que alcanzan su punto máximo en cuestión de minutos. La aparición súbita se puede producir desde un estado de calma o desde un estado de ansiedad. Existe una inquietud o preocupación por las consecuencias del ataque sufrido, tal y como perder el control, tener un ataque al corazón o volverse loco.
• Trastorno de Ansiedad Social: Se caracteriza por un miedo o ansiedad intensa y persistente a las situaciones sociales en las que la persona siente que puede ser analizada negativamente por los demás. El miedo aparece en interacciones sociales como mantener una conversación, ser observado  comiendo / bebiendo y actuar delante de otras personas (dar una charla por ejemplo).
• Agorafobia: Miedo o ansiedad intensa a situaciones donde la persona teme que podría ser difícil escapar o no disponer de ayuda si aparecen síntomas del tipo pánico u otros incapacitantes. Las situaciones temidas suelen ser: uso de transporte público, espacios abiertos como estadios deportivos, puentes, estar fuera de casa o en sitios cerrados entre otros.
• Fobias específicas: Se caracteriza por una notable ansiedad cuando la persona se ve expuesta a un objeto o situación específica, y un deseo por evitarlos. En algunas personas, las fobias provocan ataques de pánico.
• Trastorno de ansiedad por enfermedad médica: Conocida anteriormente como hipocondriasis, consiste en una preocupación y ansiedad clínicamente significativa por tener o poder contraer una enfermedad grave. Es posible que no se tengan síntomas físicos o bien, creer que las sensaciones corporales normales (latidos del corazón, contracción muscular y sudoración) son signos de una enfermedad grave, aunque un examen médico detallado no revele una patología.
• Trastorno de ansiedad inducido por sustancias: Se caracteriza por la aparición de síntomas de ansiedad o pánico intenso relacionado con el consumo o abstinencia debido al  uso indebido de sustancias. Esto incluye el alcohol, las drogas ilegales, los medicamentos recetados o los medicamentos de venta libre.

Dos trastornos que merecen ser mencionados (aunque no pertenecen a este epígrafe) dada su relación con la sintomatología ansioso-depresiva son el Trastorno Obsesivo-Compulsivo y el Trastorno por Estrés Postraumático.

• Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC): Se caracteriza por pensamientos intrusivos y repetitivos (obsesiones) que causan ansiedad y comportamientos repetitivos (compulsiones) que la persona realiza para reducir la ansiedad. Las obsesiones comunes incluyen pensamientos sobre la contaminación, la violencia o el daño a sí mismo o a otros, mientras que las compulsiones comunes incluyen lavarse las manos, revisar las cerraduras o contar.
• Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): Se caracteriza por síntomas psicológicos que se desarrollan después de experimentar o presenciar un evento traumático, como un accidente grave, un desastre natural o un acto de violencia. Los síntomas del TEPT pueden incluir flashbacks, pesadillas, evitación de recordatorios del evento traumático, cambios en el estado de ánimo y comportamiento, y problemas para dormir.

Síntomas de trastornos de ansiedad

Los síntomas de los trastornos de ansiedad varían según el tipo y la gravedad de la condición. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes incluyen:

• Hiperventilación
• Aumento del ritmo cardíaco
• Sudoración
• Temblores
• Palpitaciones
• Mareos
• Náuseas
• Sensación de desmayo o muerte
• Fatiga
• Problemas para conciliar el sueño
• Problemas de atención y concentración
• Pensamientos intrusivos y repetitivos
• Conductas evitativas

Principales causas

Las causas de los trastornos de ansiedad son complejas, se cree que son el resultado de una combinación de factores, incluyendo:

• Médicas: Enfermedades como el hipotiroidismo, patologías cardiacas, EPOC, depresión o dolor crónico. También puede aparecer como efecto secundario de algunos medicamentos.
• Ambientales: Eventos estresantes, traumas o abuso de sustancias,  pueden desencadenar o empeorar un trastorno de ansiedad.
• Genética: Los antecedentes familiares  de ansiedad y determinados rasgos de personalidad favorecen la aparición de estos trastornos.

¿Cuándo debería ser atendido?

• Cuando se produzca un deterioro en diferentes ámbitos de tu vida, incluida la salud física.
• Si experimentas síntomas como los enumerados anteriormente durante períodos de larga duración y de intensidad clínica significativa.
• Si experimentas cambios drásticos en tu  estado de ánimo o comportamiento, como conductas evitativas.
• Es especialmente importante buscar ayuda si tienes pensamientos de muerte o ideación suicida.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de un trastorno de ansiedad se basa en una evaluación completa que incluye una entrevista con un profesional de salud mental, y en algunos casos un examen médico. El profesional de la salud mental te preguntará sobre tus síntomas, historial médico, antecedentes familiares y estilo de vida. También pueden realizar pruebas para descartar otras causas médicas.

¿Cómo se trata?

El tratamiento para los trastornos de ansiedad generalmente se basa en una combinación de terapia y medicamentos. El enfoque específico del tratamiento dependerá del tipo y la gravedad del trastorno, así como de las preferencias y necesidades individuales del paciente.

Es importante recordar que el tratamiento para los trastornos de ansiedad debe ser individualizado. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Es aconsejable trabajar con un profesional de la salud mental para desarrollar un plan de tratamiento que sea adecuado para ti.