El rasgo común de los trastornos depresivos es la presencia de un ánimo triste, vacío o irritable acompañado de cambios somáticos y cognitivos que afectan significativamente a la capacidad de una persona para funcionar en su vida diaria, incluyendo sus relaciones sociales o familiares, el ámbito laboral y personal.
Tipos de trastornos depresivos
- Depresivo Mayor: Se caracteriza por episodios de tristeza intensa la mayor parte del día, pérdida de interés o placer por todas o casi todas las actividades habituales, cambios importantes en el peso sin hacer dieta, insomnio o hipersomnia, fatiga, dificultad para concentrarse, sentimientos de culpa o inutilidad, y pensamientos de muerte o suicidio entre otros. Generalmente dura dos semanas y, con frecuencia, más de cuatro semanas.
- Trastorno Depresivo Persistente (Distimia): Se trata de una depresión que aparece de forma continuada durante, al menos, dos años. La persona presenta un decaimiento en su estado de ánimo habitual, con sentimientos de vacío y tristeza que afectan a su vida diaria pero sin llegar a ser incapacitante.
- Trastorno Depresivo debido a otra afección médica: Se caracteriza por la pérdida de interés y de placer en la mayoría de las actividades debido a los efectos físicos que provoca en el paciente otro problema de salud. Hay una amplia gama de enfermedades médicas que pueden producir síntomas depresivos, entre ellas podemos destacar: enfermedades infecciosas, endocrinas, metabólicas, autoinmunes y del sistema nervioso.
- Trastorno Disfórico Premenstrual: Es un trastorno que aparece 10 días antes del período menstrual caracterizado por cambios de humor, sentimientos de desesperanza se caracteriza por los cambios de humor, sentimientos de desesperanza, ansiedad o sensación de descontrol entre otros. Estos síntomas desaparecen a los pocos días de comenzar la menstruación.
- Trastorno de Desregulación disruptiva del estado de ánimo: Es un tipo de trastorno del estado de ánimo en niños y adolescentes. Los niños se sienten irritables o enojados la mayor parte del tiempo. Tienen arrebatos de mal genio intenso y frecuente, que pueden ser verbales, físicos, o ambos. Las rabietas son una parte normal del crecimiento. Pero los arrebatos que son frecuentes, intensos e inusuales para la edad de un niño pueden ser señales de un problema.
- Trastorno Depresivo inducido por una sustancia / medicamento: La característica esencial de este es una notable y persistente alteración del estado de ánimo, que se considera provocada por los efectos fisiológicos directos de una sustancia. Los síntomas pueden comenzar durante o inmediatamente después de consumir una droga ilegal o medicamento. Dependiendo de la naturaleza de la sustancia la alteración puede suponer que el estado de ánimo sea depresivo o con una notable pérdida de placer o interés por las cosas, o que sea un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable.
Síntomas de trastornos depresivos
Los síntomas de los trastornos depresivos varían según el tipo y la gravedad de la condición. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Pérdida de placer en casi todas las actividades.
- Cambios en el estado de ánimo: vacío, tristeza, euforia, irritabilidad, apatía.
- Cambios en el apetito y en el sueño.
- Pérdida de energía o fatiga.
- Dificultades de atención y concentración.
- Sentimientos de culpa, vergüenza o inutilidad.
- Ideación suicida.
- Agitación o inquietud.
Principales causas
En líneas generales, las causas de algunos de los trastornos depresivos se estima que son el resultado de una combinación de factores, incluyendo:
- Ambientales: Los acontecimientos adversos en la infancia así como acontecimientos vitales estresantes.
- Genéticos: Los antecedentes familiares de trastornos depresivos aumentan el riesgo de desarrollar uno de estos trastornos.
- Temperamentales: La existencia de afectividad negativa (estados emocionales aversivos, como nerviosismo, miedo, disgusto, culpa, ira, etc.) Constituyen un factor de riesgo para contraer un trastorno depresivo.
¿Cuándo debería ser atendido?
- Si experimentas que tus emociones están interfiriendo en tu área laboral o relación con los demás, aislándote o abandonando actividades que antes te resultaban placenteras.
- Si tienes problemas con el alcohol o las drogas.
- Es especialmente importante buscar ayuda si tienes pensamientos de suicidio.
Es poco probable que el trastorno depresivo desaparezca solo. Podría empeorar con el tiempo.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de un trastorno depresivo se basa en una evaluación completa que incluye una entrevista con un profesional de salud mental, un examen físico y, en algunos casos, pruebas psicológicas. El profesional de la salud mental le preguntará sobre sus síntomas, historial médico, antecedentes familiares y estilo de vida. También pueden realizar pruebas para descartar otras causas médicas de sus síntomas.
¿Cómo se trata?
Los trastornos depresivo generalmente se tratan con una combinación de terapia y medicamentos. La terapia cognitivo conductual o la terapia breve centrada en soluciones pueden ayudar a identificar y modificar pensamientos y a vivir el proceso terapéutico de manera esperanzadora. Los medicamentos, como los antidepresivos, pueden ayudar a regular su estado de ánimo y reducir la gravedad de sus síntomas.
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