En mi consulta de psicología atiendo a personas con diversas problemáticas y que desean solucionar sus problemas con el objetivo de mejorar su salud mental y bienestar. Para ello utilizó una serie de enfoques y técnicas terapéuticas que se adaptan a las necesidades específicas de cada paciente, asegurando un tratamiento personalizado y efectivo. A continuación, destaco algunas de las metodologías más comunes que utilizo:
Terapia Cognitivo – Conductual (TCC)
Como psicóloga clínica, la Terapia Cognitivo – Conductual (TCC) es uno de los principales enfoques que manejo debido a su efectividad probada a la hora de generar cambios significativos en la vida de mis pacientes. El objetivo se centra en ayudar a cada persona a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a sus problemas emocionales.
Durante las sesiones, nos enfocamos en explorar y comprender los pensamientos automáticos y distorsionados que pueden estar afectando la forma en que el paciente se percibe a sí mismo, a los demás y al mundo en general. A través de técnicas como la identificación de pensamientos automáticos, la reestructuración cognitiva y el desarrollo de habilidades de resolución de problemas, ayudo al paciente a cambiar estos pensamientos por otros más realistas.
Además, la TCC no se detiene en los pensamientos; también aborda los comportamientos que pueden estar perpetuando sus problemas con el fin de modificarlos. Para ello realizo desde exposiciones graduales a situaciones temidas hasta el desarrollo de estrategias de afrontamiento efectivas de forma gradual adaptándome al ritmo del paciente.
La efectividad de la TCC ha sido ampliamente respaldada por la investigación científica. Se ha demostrado que es especialmente beneficiosa para una variedad de problemas emocionales y de comportamiento como la ansiedad, la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno de estrés postraumático, entre otros. La TCC también puede ser efectiva en el tratamiento de problemas físicos, como dolores crónicos y enfermedades crónicas.
Terapia Breve Centrada en Soluciones (TBCS)
La Terapia Breve Centrada en Soluciones (TBCS) incorpora principios y prácticas de la psicología positiva y tiene como fin ayudar a los pacientes a buscar soluciones en lugar de centrarse en los problemas. Es una terapia que se orienta hacia el futuro, permitiendo a la persona vivir el proceso terapéutico de forma esperanzadora, visualizando cómo será su vida cuando el problema desaparezca o la situación mejore. A partir de ahí y en base a la experiencia de vida del paciente, buscamos los recursos necesarios para motivar, lograr y mantener el cambio de comportamiento deseado.
Es una terapia que se inicia con la descripción del problema, las causas que lo mantienen y las soluciones intentadas para resolverlo que no han tenido resultados satisfactorios. A partir de ahí construimos junto al paciente estrategias individualizas que le ayuden a gestionar su realidad y a alcanzar un nuevo equilibrio, mejorando su autoestima y la sensación de autoeficacia.
La TBCS demuestra que, aunque si bien los problemas y el sufrimiento humano pueden ser extremadamente persistentes y complicados, no necesariamente requieren soluciones igualmente complicadas y prolongadas en el tiempo. Se usan estratagemas para obtener el cambio en pocas sesiones.
Terapia Sistémica Familiar y de Pareja (TSF/P)
La TSF/P es una parte fundamental de mi práctica clínica, puesto que los pacientes que acuden a terapia proceden de un grupo familiar con aprendizajes determinados, funcionamientos concretos y dinámicas de interacción entre los miembros. Así pues, el tratamiento aborda al paciente como parte de un grupo en lugar de hacerlo de forma aislada.
El objetivo de la TFS/P es determinar y comprender el tipo de sistema en que se encuentra la persona que acude a mi consulta para encontrar el origen de los problemas y motivar los cambios necesarios para su resolución. En las sesiones de terapia de familia y pareja, trabajamos juntos para mejorar la comunicación, resolver conflictos y fortalecer los lazos emocionales. Me esfuerzo por proporcionar un espacio seguro donde cada miembro de la familia o pareja pueda expresar libremente sus preocupaciones y emociones. Creo que es crucial que todas las voces sean escuchadas y respetadas para poder encontrar soluciones constructivas y duraderas.
La efectividad de la terapia de familia y pareja ha sido demostrada en numerosos estudios y en mi propia experiencia clínica. He visto cómo estas sesiones pueden transformar relaciones tensas en interacciones más flexibles y satisfactorias. Al abordar los problemas de manera conjunta, las familias y parejas pueden aprender a trabajar juntas para superar desafíos y fortalecer su vínculo emocional.
Psicoterapia Integradora
Además de estas metodologías específicas, también estoy formada en distintos modelos terapéuticos que me permiten aplicar un enfoque integrador y así elegir el tratamiento más adecuado según las necesidades de cada paciente. Creo en la importancia de adaptar el tratamiento a la persona, no a la enfermedad.
El enfoque integrador combina varias teorías y métodos de diferentes corrientes psicoterapéuticas que se dividen en cuatro partes: la psicoterapia afectiva, conductual, cognitiva y fisiológica. Técnicas de diferentes corrientes según las necesidades individuales de cada paciente.
La Psicoterapia Integradora surge de la limitación que supone abordar un trastorno desde un solo punto de vista terapéutico, permitiendo el abordaje de los problemas que un paciente presenta desde una perspectiva más rica utilizando las técnicas más potentes multiplicando así las posibilidades de éxito.
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